Cuando hablamos de resistencia nos encontramos con dos tipos, la aeróbica y la anaeróbica. Estos conceptos hacen referencia a la utilización (aeróbica) o no utilización (anaeróbica) de oxígeno para la obtención de energía durante el ejercicio. A pesar de ésto, no son conceptos excluyentes, un ejercicio puede ser más aeróbico o anaeróbico, pero nunca interviene uno solo.
"Sprint" by Ghislain Berger - CC: BY-NC-SA
Por una parte, los ejercicios anaeróbicos se caracterizan por ser de alta intensidad y poca duración. El cuerpo necesita obtener energía de manera muy rápida y utiliza el ATP muscular, la fosfocreatina y la glucosa para conseguirla, ya que el metabolismo en presencia de oxígeno requiere mayor duración. Por ejemplo, una carrera de 100 metros sería un ejercicio donde predomina el metabolismo anaeróbico.
"Deporte" por hbieser (Pixabay) Imagen de libre dominio
Por otra parte, los ejercicios aeróbicos se caracterizan por ser de media o baja intensidad y larga duración. Aquí el cuerpo necesita oxígeno para metabolizar hidratos de carbono y grasas para la obtención de energía. Por ejemplo, una carrera de maratón sería un ejercicio donde predomina el metabolismo aeróbico.
Y tú, ¿qué tipo de corredor eres?
No hay comentarios:
Publicar un comentario